El ESTILO LITERARIO

Cuando algo nos agrada sobremanera o nos sorprende, investigamos de inmediato la causa, la perla, el resorte que lo provoca. Pasa, por ejemplo, con los trucos de la magia. Si logramos conocer su secreto engranaje, la incredulidad, el embrujo y la sorpresa pierde absolutamente su efecto. Otro ejemplo: Un hombre sentía gran placer al golpear clavos, incrustándolos en la madera. Cuando por fin dio con la causa de su goce, lo perdió.

No fue lo que nos ocurrió, por cierto, en nuestra iniciación literaria leyendo las crónicas de   Alone, el gran crítico chileno en las arenas de la literatura.

Nos cautivó rápidamente su estilo, esa forma de escribir tan clara, tan anecdótica, tan cautivadora, tan diferente a lo que habíamos leído.

Cuando algo nos sorprende, decíamos, buscamos la causa. Y prontamente tratamos de analizarla. Hubo una crónica suya que nos libró del esfuerzo. Se llamaba “No repetirás”.

Allí estaba el meollo.

Conociendo la herramienta utilizada, fuimos a la evidencia. Exacto. En todos sus escritos, que son muchos, la no repetición de los vocablos es el “non plus ultra” de su estilo.

Allí estaba “la madre del cordero”.

Y nos esforzamos por llevarlo a la práctica.

Sin embargo, a posteriori, comprobamos que no era lo único que lo hacía irrepetible. Hay más. Desde luego, una inmensa cultura (de la cual carecemos) que le permitió manejarse por varios campos. Después, notamos que realizaba continuas reverencias a la síntesis y brevedad. También comprobamos que lo anecdótico, ameno y humorístico ocupaba preciado lugar, especialmente el notable uso de la ironía hasta llegar al sarcasmo. Y otros matices.

Como todo entusiasta y hasta fanático de un modelo a seguir, tratamos, obviamente, de copiar aquello que nos generaba placer en la lectura.

Nuestros primeros escritos buscan ese norte.

Después descubrimos que “le style c’est l’homme”, como decía un intelectual francés, y optamos por pulir el nuestro, que es lo elemental.

Pero la fascinación por el estilo aloneano está y estará presente en la memoria, en especial cuando redactamos. No por nada lo hemos leído desde los diecisiete años y gran parte de nuestra prosa está invadida por su gratísima presencia.

ARTURO FLORES PINOCHET 2023

(Del libro “Memorias Literarias, 2da.parte” 2023)