EDUARDO GALEANO: gran escritor uruguayo

Uruguay posee un gran y talentoso cortejo de autores literarios, entre los que destaca, ciertamente, Mario Benedetti, Juan Carlos Onetti y otros. Pero existió uno llamado Eduardo Galeano (1940-2015) que se  distinguió tanto en el periodismo como en el más difícil de los géneros literarios, cuento, novela, además de ensayos y reflexiones filosóficas.

Incluso  escribió sobre el futbol.

Galeano se diferenció por su originalidad, certeza y valentía en la puesta a punto de su visión de la vida social, religiosa, política, deportiva, etc. Se ladea ostensiblemente, por cierto, hacia la realidad social de Latinoamérica. Pero también fue un escritor de fértil imaginación. Burla burlando y provisto de una fina ironía y perspicacia  incursionó en el campo periodístico, dejando notaciones de un gran talento.

También le fue bien en la literatura, dando con textos sobresalientes.

Si bien en el cultivo del cuento breve reina, a nuestro juicio, el guatemalteco Augusto Monterroso, por estos lados americanos Eduardo Galeano no le fue en saga.

Para muestra dos botones: un cuentos breve y una reflexión genial.

Leámoslos:

EL NACIMIENTO

El hospital público, ubicado en el barrio más copetudo de Río de Janeiro, atendía a mil pacientes por día. Eran, casi todos, pobres o pobrísimos. Un médico de guardia contó a Juan Bedoian: -La semana pasada, tuve que elegir entre dos nenas recién nacidas. Aquí hay un solo respirador artificial. Ellas llegaron al mismo tiempo, ya moribundas, y yo tuve que decidir cuál iba a vivir. Yo no soy quién, pensó el médico: que decida Dios. Pero Dios no dijo nada. Eligiera a quien eligiera, el médico iba a cometer un crimen. Si no hacía nada, cometía dos. No había tiempo para la duda. Las nenas estaban en las últimas, ya yéndose de este mundo. El médico cerró los ojos. Una fue condenada a morir, y la otra fue condenada a vivir.

PUNTO DE VISTA

Desde el punto de vista del sur, el verano del norte es invierno.

Desde el punto de vista de una lombriz, un plato de espaguetis es una orgía.

Donde los hindúes ven una vaca sagrada, otros ven una gran hamburguesa.

Desde el punto de vista de Hipócrates, Galeno, Maimónides y Paracelso, existía una enfermedad llamada indigestión, pero no existía una enfermedad llamada hambre.

Desde el punto de vista de sus vecinos del pueblo de Cardona, el Toto Zaugg, que andaba con la misma ropa en verano y en invierno, era un hombre admirable: -El Toto nunca tiene frío -decían. Él no decía nada. Frío tenia, pero no tenía abrigo.

Desde el punto de vista del búho, del murciélago, del bohemio y del ladrón, el crepúsculo es la hora del desayuno.

La lluvia es una maldición para el turista y una buena noticia para el campesino.

Desde el punto de vista del nativo, el pintoresco es el turista.

Desde el punto de vista de los indios de las islas del mar Caribe, Cristóbal Colon, con su sombrero de plumas y su capa de terciopelo rojo, era un papagayo de dimensiones jamás vistas.

Desde el punto de vista del oriente del mundo, el día del occidente es noche.

En la India, quienes llevan luto visten de blanco. En la Europa antigua, el negro, color de la tierra fecunda, era el color de la vida, y el blanco, color de los huesos, era el color de la muerte.

Según los viejos sabios de la región colombiana del Choco, Adán y Eva eran negros y negros eran sus hijos Caín y Abel. Cuando Caín mato a su hermano de un garrotazo, tronaron las iras de Dios. Ante las furias del señor, el asesino palideció de culpa y miedo, y tanto palideció que blanco quedo hasta el fin de sus días. Los blancos somos, todos, hijos de Caín.

Si Eva hubiera escrito el Génesis ¿Cómo sería la primera noche de amor del género humano? Eva hubiera empezado por aclarar que ella no nació de ninguna costilla, ni conoció a ninguna serpiente, ni ofreció manzanas a nadie, y que Dios nunca le dijo que parirás con dolor y tu marido te dominará. Que todas esas son puras mentiras que Adán contó a la prensa.

Si las Santas Apóstolas hubieran escrito los Evangelios, ¿cómo sería la primera noche de la era cristiana?San José, contarían las Apóstolas, estaba de mal humor. Él era el único que tenía cara larga en aquel pesebre donde el niño Jesús, recién nacido, resplandecía en su cuna de paja. Todos sonreían: la Virgen María, los angelitos, los pastores, las ovejas, el buey, el asno, los magos venidos del Oriente y la estrella que los había conducido hasta Belén de Judea. Todos sonreían, menos uno. San José, sombrío, murmuró: -Yo quería una nena.

En la selva, ¿llaman ley de la ciudad a la costumbre de devorar al más débil?

Desde el punto de vista de un pueblo enfermo, ¿qué significa la moneda sana?

La venta de armas es una buena noticia para la economía, pero no es tan buena para sus difuntos.

Desde el punto de vista del presidente Fujimori, está muy bien asaltar al Poder Legislativo y al Poder Judicial, delitos que fueron premiados con su reelección, pero está muy mal asaltar una embajada, delito que fue castigado con una aplaudida carnicería.

TEOLOGIA

El dios de los cristianos, dios de mi infancia, no hace el amor. Es quizá el único dios que nunca ha hecho el amor entre todos los dioses de todas las religiones de este mundo. Cada vez que lo pienso siento pena por él y entonces le perdono que haya sido mi súper papá castigador, el jefe de policía del universo, y pienso que al fin y al cabo dios también supo ser mi amigo cuando en aquellos viejos tiempos yo creía en él y creía que él creía en mí. Y a veces hasta me parece escuchar sus melancólicas confidencias, como si al oído me dijera: «Lástima que Adán fuera tan bruto, lástima que Eva fuera tan sorda y lástima que yo no supe hacerme entender. Ellos creyeron que un pecado merece castigo, si es original. Dije que peca quien desama y entendieron que peca quien ama. Donde anuncié praderas de fiestas escucharon valle de lágrimas. Dije que era el dolor la sal que daba gustito a la vida, a la aventura humana y entendieron que yo los estaba condenando al otorgarles la gloria de ser mortales y loquitos».

ARTURO FLORES PINOCHET